Volver a ser un crío

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

Tres años exactamente después de comenzar las emisiones de informes, llegamos al final. Le he contado a Staboli cómo va a ser la criogenización para que pueda preparar su último informe.

Ahora me he dado cuenta de todo. Monolito también lo entendió, desde que tuvo sus regresiones a la infancia, hasta su último informe. Lo que llamamos criogenización es, simplemente, el proceso para volver a ser un crío. Monolito tenía ese instinto, que no podía explicar ni reprimir, y se fue a buscar su crío interior. Ahora les toca al resto de olitas emprender ese mismo viaje en los dispositivos de criogenización.





En cuanto a mí, voy a recluirme en mi observatorio. Como ya no estudiaré a los olitas, dejaré de ser un habitante, y el planeta Oli podrá despertar del todo su conciencia, sin la interferencia que antes le provocábamos todos.

Ya sólo queda despedirme. El universo es infinito, y el planeta Oli es pequeño. Los informes emitidos han sido sólo un suspiro en la historia de la humanidad, y todo acabará convertido en un punto en el cielo. Pero aquí, en este rincón de la galaxia, hubo vida. Hay vida. Todos habéis sido testigos. Gracias a todos por participar en el estudio de este planeta.

Aunque no puedo asegurarlo con certeza, posiblemente haga un informe extra por si alguien encuentra las coordenadas de este planeta de ahora en adelante. Simplemente, como dice la canción del último informe de Folini, os pido que cuidéis siempre de nosotros, y que no nos olvidéis nunca.

Mirada

Este es mi último informe. Por este motivo, los olitas queríamos hacer algo especial para la ocasión. Nos ha llevado mucho trabajo (y muchos ensayos), especialmente a Staboli (al que aún le queda su informe), que ha estado como loco dibujando estos días.

Pero ha merecido la pena. Así que me despido de vosotros y os dejamos con otra visión, otra "Mirada" del planeta Oli:

Sobre la criogenización

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

La decisión está tomada. Necesitamos conocer la actividad del planeta Oli sin la interferencia de los olitas, con lo cual, voy a criogenizarlos. Para eso, he habilitado una sala especial justo debajo de mi observatorio, donde construiré unos dispositivos personalizados de criogenización.

Mientras construyo tales dispositivos, les pediré a todos los olitas que hagan un informe de despedida.

Ya solo necesito el código de criogenización, que si mal no recuerdo, lo guardaba Caceroli en su casafetera, ya que a él le gustaban esas cosas de clonación y criogenización. Así que os pregunto:

¿Cuál es el código de criogenización?

El estornudo (2)

Hoy Staboli ha vuelto a estornudar.







Pero por suerte, Fiolinda ha sido rápida y ha desplegado su capota abatible a tiempo.

Calendario 2011

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

Si recordáis, aún tenemos pendiente hacer un regalo a todos los participantes del concurso de maceteros para Fiolinda.

Aprovechando que acaba de comenzar el "Año Once", queremos regalar a todos los que participasteis un exclusivo calendario, que ha realizado con mucho esmero nuestro querido Staboli:

No obstante, para los que queráis disfrutar de este calendario, podéis imprimir en un folio normal y corriente esta versión reducida:

¡Gracias a todos los participantes y a todos los demás por estar ahí!

Recomponiendo a Folini 3

¡Ahora sí! ¡Por fin lo he conseguido! Ha costado, pero por fin tenemos de vuelta con nosotros a Folini...

Aunque, la verdad, con lo perezoso que ha sido este año (con 2 informes), lo podía haber dejado como una picadora o una lata de gasolina, que tampoco había mucha diferencia.

Bueno, lo importante es que ¡Folini is back!

Recomponiendo a Folini 2

Vaya, otra vez me he equivocado. Volveré a intentarlo...

Recomponiendo a Folini 1

Mmm... Creo que he hecho algo mal... Seguiré intentándolo.

Preparando la bromita de Halloween

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

Voy a contaros cómo montamos la broma de Halloween para asustar a Staboli, Fiolinda y Caracoli.

Olipécico y yo le pedimos a Folini que se pusiera como cebo al pie de una montaña de Tirolingia. El plan era reventar con dinamita un trozo de la montaña para que cayese sobre él y darle veracidad a la broma. Cuando acabara todo, Olipécico lo reconstruiría.

Folini acabó aceptando, no sin ciertos reparos. Junto a la dinamita puse un frasco de un potente alucinógeno. Y yo, escondido tras las rocas, encendí la mecha, con el disfraz de Olipécico preparado a mi lado.

Cuando la dinamita explotó, la montaña se vino encima de Folini. Hicimos creer a los olitas que era un terremoto. En ese momento, el alucinógeno se extendió, y Staboli, Fiolinda y Caracoli acentuaron sus visiones sobre el planeta y la Catrina.

Al pasarse el efecto, descubrimos la broma. Olipécico y yo nos hemos reído mucho, pero todavía tenemos que reconstruir a Folini. La verdad es que se nos ha ido un poco de las manos en ese aspecto, así que espero que Olipécico tenga éxito en la tarea.

Mi disfraz de Halloween

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

Hay mucho que explicar por los recientes acontecimientos en el planeta. La avalancha, las extrañas visiones y la presencia de la Catrina han sido las piezas de un plan orquestado entre Olipécico, Folini y yo para celebrar el día de Halloween.

Olipécico se disfrazó de Catrina, y yo me disfracé de Olipécico (que me apetecía disfrazarme, ya que el año pasado no pude). Cuando he revelado el pastel, Fiolinda, Caracoli y Staboli no daban crédito a lo que veían. Creían estar con Olipécico buscando los restos de Folini tras la avalancha, cuando realmente era yo disfrazado de él.

Aunque parezca un montón de chatarra, Folini está perfectamente (aunque reconozco que la broma se nos ha ido un poco de las manos). En el próximo informe os contaré cómo fue preparado todo.

Una Catrina en el planeta

Es la noche de los muertos, y tenemos frente a nosotros un engendro misterioso, que no tiene muy buenas intenciones. Es una Catrina que se parece sospechosamente a mí.

Ha venido a llevarse a Folini. Estamos paralizados por el miedo, y yo más que nadie. No podemos hacer nada. Ni siquiera nos atrevemos a mirarle a los ojos. Sólo queremos que se vaya, para poder librarnos para siempre de esta horrenda visión.

La sombra en el horizonte

Recién hemos terminado de recoger todos los restos de Folini, cuando de pronto ha ocurrido algo. El cielo se ha teñido de verde, el planeta se ha estremecido y a lo lejos, en el horizonte, se ha dibujado una silueta maquiavélica, que se ha dirigido hacia nosotros.

Fiolinda, Staboli, Caracoli y yo mismo estábamos aterrados. No sabíamos qué estaba ocurriendo. Pero la sombra avanzaba hacia nosotros, cuando se ha detenido junto a los restos de Folini.

Folini escombrado

Afortunadamente, el temblor del otro día, que produjo una avalancha de rocas y piedras, ya ha cesado. Una vez que el polvo se ha asentado sobre el suelo, podemos ver los devastadores efectos que esta ha tenido sobre Folini.

De él sólo quedan unos pocos restos, que estamos todos recogiendo pacientemente. No debemos dejarnos ni una sola tuerca, porque después de recogerlos voy a intentar reconstruirle, con los escasos conocimientos que tengo de robótica y mecánica.

La avalancha

Hoy ha habido un temblor de tierra en el planeta. Las montañas de Tirolingia se han visto muy afectadas, colapsándose algunas de ellas.

Lo peor de todo es que Folini y Staboli estaban paseando cuando les ha sorprendido una avalancha de piedras. Staboli ha logrado saltar a tiempo, pero la masa incontrolable de rocas ha arramblado con Folini.

Tenemos que iniciar una búsqueda entre los escombros para ver lo que ha quedado de él, y ver si podemos reconstruirle.

Bendita mentira

¡Puedo volar! ¡Gracias al Astrónomo, que me lanzó desde un acantilado para descubrir mi poder, ahora puedo hacerlo cuando quiera! Y gracias también a Staboli, que fue el que descubrió tal poder, e intentó hacer lo mismo que el Astrónomo, aunque desde menor altura. No le guardo rencor, ¡en absoluto!

Ahora entiendo que el tema de volar siempre había estado dentro de mí, como cuando Olipécico me pidió musicalizar uno de sus informes.

Tengo un macetero nuevo, tengo grandes amigos olitas que me cuidan, y además puedo volar sin caerme. ¿Qué más puedo pedir? ¿Es esto la felicidad? Si me estoy engañando, que sean así todas las mentiras.