domingo, 31 de octubre de 2010

Una Catrina en el planeta

Es la noche de los muertos, y tenemos frente a nosotros un engendro misterioso, que no tiene muy buenas intenciones. Es una Catrina que se parece sospechosamente a mí.

Ha venido a llevarse a Folini. Estamos paralizados por el miedo, y yo más que nadie. No podemos hacer nada. Ni siquiera nos atrevemos a mirarle a los ojos. Sólo queremos que se vaya, para poder librarnos para siempre de esta horrenda visión.

viernes, 29 de octubre de 2010

La sombra en el horizonte

Recién hemos terminado de recoger todos los restos de Folini, cuando de pronto ha ocurrido algo. El cielo se ha teñido de verde, el planeta se ha estremecido y a lo lejos, en el horizonte, se ha dibujado una silueta maquiavélica, que se ha dirigido hacia nosotros.

Fiolinda, Staboli, Caracoli y yo mismo estábamos aterrados. No sabíamos qué estaba ocurriendo. Pero la sombra avanzaba hacia nosotros, cuando se ha detenido junto a los restos de Folini.

martes, 26 de octubre de 2010

Folini escombrado

Afortunadamente, el temblor del otro día, que produjo una avalancha de rocas y piedras, ya ha cesado. Una vez que el polvo se ha asentado sobre el suelo, podemos ver los devastadores efectos que esta ha tenido sobre Folini.

De él sólo quedan unos pocos restos, que estamos todos recogiendo pacientemente. No debemos dejarnos ni una sola tuerca, porque después de recogerlos voy a intentar reconstruirle, con los escasos conocimientos que tengo de robótica y mecánica.

jueves, 21 de octubre de 2010

La avalancha

Hoy ha habido un temblor de tierra en el planeta. Las montañas de Tirolingia se han visto muy afectadas, colapsándose algunas de ellas.

Lo peor de todo es que Folini y Staboli estaban paseando cuando les ha sorprendido una avalancha de piedras. Staboli ha logrado saltar a tiempo, pero la masa incontrolable de rocas ha arramblado con Folini.

Tenemos que iniciar una búsqueda entre los escombros para ver lo que ha quedado de él, y ver si podemos reconstruirle.

martes, 5 de octubre de 2010

Un trozo de planeta para ti

Tal vez penséis que este informe debería remitirlo el Astrónomo, pero tengo mis razones para hacerlo yo. Es cierto que voy a hablar de astronomía, pero de algo que ningún artilugio del laboratorio del Astrónomo puede observar.

¿Qué hace grande un planeta? Básicamente dos cosas: sus habitantes y el sol que lo ilumina. Hace tiempo surgió la duda del tipo de sol que iluminaba este planeta, y yo, que soy muy observador, me he dado cuenta de que este planeta es iluminado por muchas estrellas.


Cada estrella que nos ilumina es un ojo. Cada ojo que nos mira es un telescopio enfocado a la superficie del planeta Oli. Y de todos los telescopios que han mirado este planeta, tu estrella sigue alumbrándonos. Calentándonos.

Eres una estrella. Cada trazo de tu pincel es un surco en esta superficie. Cada alegoría es un pequeño habitante, sin nombre, ni rostro, ni informes publicados, pero vivo en cada palabra mucho antes de que tu telescopio enfocara a nuestro planeta.

Todos los planetas merecen ser calentados al menos por una estrella. Y el nuestro es afortunado, porque son muchas las estrellas que lo iluminan. Aquí todavía recibimos tu luz silenciosa, la sombra sutil, dulce, que proyectas sobre nuestra existencia. Y por eso, este trozo de planeta es para ti.