domingo, 31 de agosto de 2008

Blog Day: Cinco planetas

Con motivo del , quiero hablaros de cinco planetas con los que me he topado en mis viajes por el espacio exterior, a bordo de mi cápsula. Son planetas que no están entre los "Informes complementarios" de la columna derecha.

Pequeño Planeta: Es uno de los planetas con mayor diversidad de especies. Tan pronto te hablan de cine, como de diseño, fotografía, humor, música o publicidad, entre otros. Disfruté tanto al conocerlo, que decidí dar un par de órbitas más antes de irme.

Planeta Gutter: Sus formas de vida se comunican básicamente con jeroglíficos y extraños cuadros con grabados y textos. Se trata de una civilización con una cultura muy rica.

El planeta imaginario: Este planeta está lleno de paisajes oníricos, de ensueño, y de vida detrás de ellos.

Planeta Isabelino: Uno de esos planetas que me gustan tanto conocer: de gente normal lejos de su casa.

Y, finalmente, Planeta Salvaje, donde se ofrece una mirada más cercana (y tanto) del planeta Tierra.

jueves, 21 de agosto de 2008

El puente de piedra

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

Tras recoger el frasco que Monolito llevaba consigo desde que cayó la cápsula en la que viajaba (y que analizaré a mi regreso al observatorio), continué mi andadura por las cuevas de Tirolingia. Me hallaba cerca de algo, algo importante, pero debía ser prudente porque el camino se volvía más peligroso.

Atravesé entonces un largo puente de piedra que conducía a una extraña cámara. Por la antigüedad y el buen estado de conservación de las rocas, probablemente hacía siglos desde la última vez que alguien caminó por aquel lugar.

Llegué al extremo del puente y atravesé la puerta. Accedí a la cámara y tuve que frotarme los ojos para cerciorarme de que no estaba soñando...

lunes, 18 de agosto de 2008

Francia y su circunstancia

De mi reciente viaje al planeta Francia os puedo contar muchas historias. Y espero hacerlo poco a poco, pero hoy de momento os voy a contar las primeras impresiones sobre este lugar. Su buena situación geográfica (tiene frontera directa con ocho países, sin contar la cercanía del Reino Unido) hacen de Francia el principal destino europeo, por muchos motivos.

He pasado mucho tiempo estudiando sus carreteras. Los franceses adoran los caminos marcados que te obligan a, por ejemplo, dar bruscos volantazos para esquivar inesperadas balizas. Los franceses también sufren rotondamanía aguda, hasta el punto de que algunas están marcadas sólo con un enorme macetero con flores.

Yo chapurreo francés, algo que ha acarreado divertidas dosis de creatividad verbal. Pero a la hora de entenderse de verdad, el inglés no sirve de mucho (aunque en España debe de ser peor para los guiris que vienen). Incluso se sorprenden de que no hables francés. Algo parecido le sucede a los rusos (de los que hablaré en otra ocasión).

Eso sí, Francia es preciosa. Y si bien hay que entrar en el juego turístico para ver ciertos lugares imprescindibles, a mí me han gustado más los objetivos secundarios: esas ciudades que me pillaban de paso y que han resultado ser la auténtica revelación. Uzerche (foto superior) y Fougeres (abajo) son dos buenos ejemplos.

sábado, 2 de agosto de 2008

Pulpo, caracol o sapo

Con la válvula que encontré de Caceroli en mi mano, me dirigí a su casa. Ésta tenía forma de cafetera, como una torre en espiral, bañada por un extraño lago de color plomizo.

Recordé que a Caceroli le apasionaba la clonación, y analicé la válvula, por si había alguna posibilidad de clonar a Caceroli. Lamentablemente, sólo disponía de la mitad de la secuencia de ADN en la válvula, y necesitaba algo con qué combinarlo para tener una secuen
cia completa.

Entonces vi unos extraños frascos en su habitación. Dentro, había unos seres perfectamente conservados en formol: un pulpo, un caracol y un sapo. Se me ocurrió que tal vez mezclando el ADN de Caceroli con alguno de ellos, podría engendrar a un nuevo ser, híbrido entre Caceroli y otra cosa.

Y aquí es donde entráis vosotros:

¿Con cuál de los tres seres queréis que cruce a Caceroli?