martes, 29 de junio de 2010

Los candidatos

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domingo, 27 de junio de 2010

El sueño de la razón produce olitas

Fiolinda se está recuperando de su caída y aterrizaje. Olipécico también. Tiene un chichón en la cabeza (ahora parece un caracono), pero poco a poco se le está bajando la inflamación.

Mientras el Astrónomo prepara el concurso de diseño del nuevo macetero de Fiolinda, y Olipécico prepara su investigación, os cuento que con este tema de Fiolinda he tenido un sueño de lo más real... Soñé que estaba en el planeta París y me encontraba esto... Qué raro todo.

viernes, 25 de junio de 2010

Caso abierto

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

He llegado tarde al lugar de los hechos. Fiolinda ha caído desde lo alto de la casa de Olipécico y,
por suerte, parece que no ha sufrido daños.

Sin embargo, hay algo que me preocupa mucho: mi biblioteca apareció revuelta el otro día, posiblemente por algún intruso que buscaba no sabemos qué. ¿Son dos hechos aislados, o están relacionados entre sí?

Y aún más importante: ¿se cayó o la empujaron? ¿Realmente hay un intruso? ¿Fue él el que lo hizo, o, peor aún, fue alguno de los olitas?

Esto es muy grave. Tenemos que abrir una investigación. Voy a encargársela a Olipécico, que es el que tiene mayor capacidad deductiva (a su manera) y el único que tiene coartada, incluido yo mismo.

martes, 22 de junio de 2010

¡Salvada por la calva!

¡Me he salvado de la caída! ¡No me lo creo!

Y no se puede decir que haya sido por los pelos, sino todo lo contrario. Me he salvado gracias a que Olipécico y su calva estaban en el lugar preciso. No sé qué hubiera pasado si se hubiera marchado de allí. ¡La altura hubiera sido mayor!

Supongo que no le habrá pasado nada. Olipécico ha salido de otras peores. Yo, salvo el shock traumático, estoy bien. Imagino que me quedará alguna cicatriz, eso sí.


sábado, 19 de junio de 2010

La caída

Me hallo inmersa en mis pensamientos, cuando de pronto noto un golpe brusco por detrás.

No sé qué ha pasado.

Sin apenas darme cuenta, estoy cayendo hacia el suelo. En ese momento, mi corta existencia pasa ante mí y me pregunto qué va a pasar en los próximos dos segundos. Y después.


martes, 15 de junio de 2010

¿Posible intruso?

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

Algo terrible ha pasado. Cuando he entrado a mi biblioteca, me he encontrado todo revuleto y desparramado por el suelo. Os lo enseñaría para que lo vieseis con vuestros propios ojos, pero ahora mismo desconozco dónde está Staboli y no puede complementar este informe con uno de sus dibujos.

Si han intentado robarme, la cuestión inevitable es: ¿quién ha sido, porqué lo ha hecho y qué buscaba?


Vuelvo corriendo a reunirme con los demás, a resolver este embrollo.

domingo, 13 de junio de 2010

Unidos y sobrios

Ayer se celebró el 25 aniversario del ingreso de España y Portugal en la, por aquel entonces, "Comunidad Económica Europea" ("Unión Europea", desde que entró en vigor el Tratado de Maastrich). Es algo que nos ha abierto fronteras (no sólo físicas), de forma extraordinaria.

Ser europeos nos ha permitido, por ejemplo, acceder a becas de estudio, disponer de mejores autovías, tener una moneda única, o cruzar una aduana simplemente saludando con la mano al guardia de la garita. Tantas y tanas ventajas, y aún así, las elecciones europeas registran bajísimos índices de participación, ya sea porque no nos interesa, o porque esa jornada electoral estamos de resaca.

Imaginad que volviésemos a los tiempos en que para ver cine decente o leer ciertos libros había que jugarse el cuello. Somos unos desagradecidos. Si alguien quiere vivir en una balsa de piedra (o mejor dicho, "de barro") a la deriva, allá él, pero yo no estoy dispuesto a que nos separe la falta de unidad o una simple borrachera.

viernes, 11 de junio de 2010

Mi lugar en este mundo

Ya he encontrado mi lugar en este mundo: el escritorio de Olipécico. Quiero ser su musa, y que él me cuide mientras yo le observo al escribir sus informes.

Olipécico es un olita muy reflexivo, y parece que se me está contagiando, porque ahora me ha dado por pensar en qué seré de mayor, si es que algún día sobrevivo al momento efímero que todas las flores vivimos. Me consuela pensar que aquí el tiempo no es lo que parece, pero no estaría de más hablar con el Astrónomo para
que algún día me cuente si estoy destinada a vivir poco tiempo, o mucho.


Desde aquí, la vista del planeta Oli es realmente bella.


jueves, 3 de junio de 2010

La casa de Olipécico

Justo cuando volvíamos al punto de partida, a Olipécico se le ha ocurrido pasar por su casa (tenía que entrar al baño, creo). Al verla, he decidido que este es el lugar donde quiero quedarme en el planeta Oli.

Le he pedido que me suba a la esquina de su mesa, donde genera sus informes. Además, ahí tendré una buena vista del horizonte. El único pero es que no sé si estaré a la altura de Olipécico (y sus inquietudes), un olita que ha perdido el pelo y le sale humo de tanto pensar.