jueves, 20 de noviembre de 2008

La historia de Monolito (2/2)

Si recordáis la primera parte de mi relato, éste se interrumpió cuando un malvado cazador mató a mi mamá en la selva donde vivíamos.

-o-

No podría decir cuánto tiempo estuve inconsciente. Cuando me desperté, me hallaba anclado a una mesa metálica de operaciones. Numerosos aparatos robóticos se movían frenéticamente a mi alrededor, haciéndome todo tipo de pruebas.

Recuerdo que, de pronto, me inyectaron un líquido que parecía abrirse paso por mis venas como un alambre al rojo vivo. Ahora creo que me inocularon algún tipo de conciencia, la conciencia que me permite contaros esta historia y tener comportamientos humanos de vez en cuando.

Estuve al límite de la muerte. Sin apenas fuerzas en mis músculos, dos médicos me condujeron a una sala donde me pusieron un traje acolchado. De allí, me sacaron al exterior, y me arrastraron por una especie de pasillo que transcurría por un andamio hasta una torre puntiaguda.


Cerraron la puerta y me quedé solo. Miré a mi alrededor y vi que no era una torre, sino un cohete espacial. De pronto, todo empezó a temblar con un estruendo ensordecedor. Yo miraba asustado por la claraboya de la cápsula donde estaba encerrado, pero no podía salir de allí.

El cohete despegó, y abandoné la Tierra. El negro espacio infinito iba a ser mi único hogar, dentro de aquella cápsula donde me habían metido. Desde entonces, tengo conciencia de todos los momentos que he vivido, hasta que mi cápsula se estrelló en el planeta Oli. Ahora, solo sueño con poder volver al planeta Tierra, y reunirme con mis amigos, los otros babuinos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y su vida en el espacio?... Como fue? Que sintió? Soledad seguramente.. pero que viaje!!!!

Oli dijo...

Pobre Monolito, cuánto ha sufrido. Tal vez en otra ocasión nos cuente cómo vivió su encierro forzado, aunque sabemos que de vez en cuando salía a por repuestos o incluso para visitar otros planetas.


OLI I7O