domingo, 18 de julio de 2010

El gol y la camiseta

Yo pude haber sido pulpo, pero como soy caracol, llego despacio a todo, incluida la actualidad. Sin embargo, no quería dejar pasar la oportunidad de hablar de un gol, que con toda seguridad ya sabéis a cuál me refiero: el gol que nos hará recordar en el futuro una y otra vez dónde estábamos aquel día.

El gol que llegó cuando todos ya nos disponíamos a buscar en el botiquín algún fármaco para la hipertensión.

El gol que nos hizo soñar con haber cometido la locura de haber viajado hasta allí para verlo en vivo.

El gol que no nos cansamos de ver una y otra vez, desde cualquier ángulo, y que nuestra memoria recita armoniosa conforme se sucede ante nuestros ojos.

El gol que ha hecho que mucha gente se quiera un poquito más, y que por unas horas, no existiera el paro, las enfermedades o la incertidumbre ante el futuro.

El gol que, desde el carril de los coches, le dio a nuestros ojos una perspectiva nueva de las calles, ruborizadas entre la euforia y el placer de lo nuevo.

El gol que dio voz a esas vuvuzelas que pedían a gritos un nombre, una cara, un recuerdo para dar sentido a su grito de trueno desde hacía un mes.

El gol que insufló combustible a esa carrera en solitario hasta el punto de córner: el punto y seguido donde la historia seguiría escribiéndose desde la pasada Eurocopa.

El gol, en definitiva, que descubrió un nombre escrito
sobre una camiseta con rotulador indeleble, a prueba de sudor y lágrimas. El sudor que cuestan las grandes cosas. Las lágrimas que nacen cuando las revivimos.

3 comentarios:

Eynar Oxartum dijo...

Esto es aprovechar bien los goles: ganar un mundial marcando sólo ocho, pero distribuidos estratégicamente (que no es lo mismo que marcar siete, pero todos en el mismo partido...)

Otra curiosidad: en este mundial la única selección que no ha perdido un solo partido fue Nueva Zelanda: empató los tres de la primera fase y se fue para casa. Esto ilustra una lección muy interesante: no es el mejor el que no ha perdido nunca, sino el que habiendo sufrido algún fracaso se repone y tira p'alante hasta el final.

Como la vida misma.

Irina. dijo...

Muy ilustrativo el comentario de Eynar y muy filosófico en la parte final.

Para mí, lo mejor de ese partido fue que supieron encajar los golpes del juego sucio del equipo rival (que al parecer le hubiera encantado llegar a los penaltis) sin ponerse a su "altura". Está bien que en el fútbol se vea algo de deportividad. ¡Ya sólo por eso merecieron ganar! Porque un gol, igual que lo metió el de Albacete, lo pudo marcar cualquiera del equipo contrario y... nos hubiera tocado ser ganadores morales. Que yo suelo pasar del deporte rey pero lo vi, lo vi, que fue histórico y el gol también, ja,jjaa. Pues eso, a ver cuándo cambian las reglas del juego, que no sólo goles deberían ganar partidos y habría más deportividad.

Pero ¿y ahora qué? Después de la fiesta y el fervor de los fans seguimos siendo los mismos y teniendo la misma crisis que puede agravarse en septiembre y mandarnos a sembrar tomates. A ver si algún partido es capaz de sudar la camiseta y sacarnos del bache...o tal vez una buena selección que lo consiga... o ¿qué se yo? Los políticos sabrán.

Y es cierto, ¡Caracoli pudo ser Paulpoli! ¡Cachis! Si hubiéramos votado al pulpo tendríamos un blog adivino.

Del gol del beso, que Tele5 vende por la módica cantidad de dos millones de eurillos, prefiero no hablar.

Teleñeca dijo...

Ese gol... ese gol que yo no vi, después de ver el partido sóla, en mi curro, en internet, cuando vi que llegábamos a los penalties, decidí salir 5 minutos antes y poder ver al menos el final con alguien y que no me diera un infarto a mí sóla en el cuchitril de Vueling.
Y cuando voy camino del aparcamiento GOOOOLLLL, y yo: ksudhfnkhsdnlfjshhsdhs, mierda!! a correr, no sabía como, no sabía quién, sólo sabía que éramos nosotros.

Por una vez, España, ese país que muchos no saben situar, el país de los bajitos, de los pequeños, le han dado una lección de clase al mundo.

Por muchos motivos ese grupo de chavales han dado ejemplo, por como se han comportado, por todo lo que han aguantado y porque estoy orgullosa de que ellos me representen.
(no quiero acordarme de los franceses...)

No me enrollo más, adoro el fútbol y quién me conoce lo sabe, primero fué Europa, ahora el Mundo, Prepárate planta Oli que se acerca la roja..