miércoles, 21 de julio de 2010

Entre rejas

Hola a todos. Soy el Astrónomo.

Después de que Staboli haya elegido al macetero ganador, ha ingresado en prisión. Aún queda por esclarecer el móvil del delito, pero puede que nunca lo sepamos, porque Staboli no puede hablar, y Fiolinda no vio nada. Por lo pronto, la privación de libertad le impedirá publicar informes durante un tiempo, hasta que salga de la cárcel.

Tengo que reconocer que, personalmente, me da un poco de lástima, pero las pruebas parecen irrefutables. Staboli empujó a Fiolinda, y ahora debe pagarlo. Intento no implicarme, pero son los olitas los que mandan en el planeta Oli. Yo sólo soy un simple astrónomo.

4 comentarios:

Eynar Oxartum dijo...

¡¡No al Guantánamo del planeta Oli!!

Ni siquiera sabemos si Staboli se declara a sí mismo inocente o culpable (algo que perfectamente puede indicar haciendo un dibujo del momento exacto en que Fiolinda fue empujada).

Irina. dijo...

JUSTICIA PARA STABOLI que le han metido en la trena sin poderse defender!! AY, pobrecillo qué triste e indefenso se le ve... al menos, espero que tenga permitidas las visitas, voy a ir preparando los bocadillos y a pedirle al panadero que hornee una lima dentro de un panecillo.

Teleñeca dijo...

No se sabe el móvil del intento de planticidio, no se ha declarado culpable, no ha tenido un juicio justo... y ta está entre rejas, privado de libertad.

Me parece que este planeta empieza a tener lagunas... manifestación ya por un juicio justo, es posible que Staboli sea culpable, pero sólo por el trato que se le está dando, se está conviertiendo en un mártir...

En cuanto a los informes, qué pasa no puede informar de su día a día o es que también se le veta ese derecho?

Desde luego que no haya una ley de derechos olitas en este planeta...

Guardagujas dijo...

Me temo que a Staboli se le secará la punta si le prohiben dibujar durante demasiado tiempo... me da penica verle ahí encerrado, cuando tantas ganas tenemos de informes suyos.

Me da la impresión de que es un ser incapaz de mentir, por lo que darle la oportinidad de dibujar lo sucedido sería prueba suficiente de su culpabilicencia o su inocentidad.

En fin, espero que no tenga que hacer demasiados palotes en la pared y que Fiolinda lo perdone pronto, ya que parece que de ella depende la duración de este castigo.

Por lo poco que sé del género femenino, el simple hecho de estrenar corsé puede mejorar mucho el ánimo de una flor.