miércoles, 12 de marzo de 2008

Qué cruel (2)

Me lo prestas, ¿verdad?


- ¿Cuál era mi código postal en Nueva York?
- 11221 ¿no? No estoy segura.
- Es verdad, no me acordaba. Qué cruel es la mente humana.

Sí que es cruel, pero el instinto de supervivencia nos hace olvidar lo accesorio, como cinco números que aquel chófer también tuvo que comprobar por teléfono porque yo estaba todavía más muerto que vivo. Y porque da igual que la sal sea fina o gruesa, o que tu pelo se recoja veinte centímetros más arriba o abajo. Porque tú, soñolienta cuando te lo puedes permitir, eres la que ha dado color a este planeta, y, cuando me veas enmimismado entre papeles, stabilos, pinturas y teclas, por mucho que me veas con el gesto serio, o concentrado en un par de palmos de monitor, o analizando un estúpido spot de televisión, recuerda que soy feliz.

3 comentarios:

Marikuki Lucas dijo...

Vaya, esto que le dices a esa somnolienta es muy bonito. Es la dulzura de la convivencia... es lo que demuestra de que a la pregunta de la cabecera '¿Hay vida?', la respuesta es que SÍ.

Siempre me ha sentado especialmente bien leer este tipo de cosas a las 9 de la mañana.

Irina. dijo...

Pues sí que es bonito, sí, y emocionante.

Vamos que me dicen a mí eso y soy capaz de cualquier cosa. Incluso de vestirme como la pareja de orientales de Central Park.( Creo que esto último lo he escrito sin pensarlo 100 veces, jejje..)

Besicos para señolienta ;)

Elena dijo...

Oli, se nos acaba el viaje y no he encontrado ninguno de tus encargos, ni en NY ni en SF. I'm so sorry. La proxima vez pideme algo mas facil de conseguir, porfa :)
See you soon?