domingo, 13 de junio de 2010

Unidos y sobrios

Ayer se celebró el 25 aniversario del ingreso de España y Portugal en la, por aquel entonces, "Comunidad Económica Europea" ("Unión Europea", desde que entró en vigor el Tratado de Maastrich). Es algo que nos ha abierto fronteras (no sólo físicas), de forma extraordinaria.

Ser europeos nos ha permitido, por ejemplo, acceder a becas de estudio, disponer de mejores autovías, tener una moneda única, o cruzar una aduana simplemente saludando con la mano al guardia de la garita. Tantas y tanas ventajas, y aún así, las elecciones europeas registran bajísimos índices de participación, ya sea porque no nos interesa, o porque esa jornada electoral estamos de resaca.

Imaginad que volviésemos a los tiempos en que para ver cine decente o leer ciertos libros había que jugarse el cuello. Somos unos desagradecidos. Si alguien quiere vivir en una balsa de piedra (o mejor dicho, "de barro") a la deriva, allá él, pero yo no estoy dispuesto a que nos separe la falta de unidad o una simple borrachera.

4 comentarios:

Oli dijo...

Y esto, que también se sepa.


OLI I7O

Irina. dijo...

Uf, todo tiene sus pros y sus contras. La "Unión Europea" nos ha abierto fronteras, nos ha dado una mejor calidad de vida que hemos disfrutado casi todos y ahora puede que nos toque vivir la resaca de la borrachera de la fiesta porque no se haya sabido beber con moderación. Los excesos nunca fueron buenos y nosotros creíamos que hacia atrás nunca se iría.

¿Mucho progreso y poca previsión de futuro? No sé, a veces me gustaría vivir plantando tomates pero, como dice mi hermano: "lo malo es que ni tú ni yo sabemos hacerlo, niña".

Oli dijo...

Aquí iba mi pequeño y premonitorio homenaje a Saramago. DEP.

A plantar tomates se aprende. Si Olipécico ha aprendido a cuidar de una flor, cualquiera puede.


OLI I7O

Eynar Oxartum dijo...

La verdad es que me parece una pena que mucha gente no se sienta europea y se pierda en temas bizantinos acerca de la Unión Europea. Lo que realmente importa es que somos una cultura diversa, pero con mucho en común. Como otras culturas, hemos cometido grandes errores en la historia, pero también hemos aportado grandes cosas.

Pero eso se solucionará con el paso del tiempo, cuando los europeos empecemos a tener genes de diversos orígenes, y no todos del mismo sitio. Algún día no muy lejano nos parecerá tan absurdo pensar que Francia e Inglaterra estuvieron cien años en guerra, como lo es hoy pensar en una guerra entre Huelva y Algeciras (una de tantas rencillas entre los diferentes reinos de Taifas en el sur de España hace mil años).