martes, 1 de diciembre de 2009

En los huesos

Bienvenidos a diciembre. Al parecer, he pasado mucho tiempo en el laboratorio del Astrónomo haciéndome pruebas. El problema es que no recuerdo nada de lo que me ha hecho. Tal vez me acuerde algún día.

El caso es que vuelvo con fuerza, para seguir resolviendo incógnitas que nutren mi calvicie. Ahora que vuelve el frío y el chaparrón de tópicos ("es lo que corresponde a esta época del año", "el frío de aquí es distinto, porque se te mete en los huesos", etc.), os vengo a relatar las múltiples cualidades de este producto sin par:

Son los calentadores instantáneos MyCoal. Aparentemente, son unos sobres que parecen esconder un tranchete de queso negro, pero al abrirlo, unas micropartículas de hierro que hay dentro de esos sacos entra en contacto con el aire y comienza un proceso ultrarrápido de oxidación que desprende calor. Los japoneses lo utilizan constantemente para metérselo en los bolsillos, en las zapatillas...

Esta información nos la cuentan en su página web. Sin embargo, para no quedarme en la mera lectura de información, he pedido unas muestras, a ver si con un poco de morro me envían algunas gratis. Todo sea por la ciencia. Ya os contaré en su momento
qué ocurre.

11 comentarios:

Camille dijo...

Mira que es instructivo este blog y mira que son cansinos los japoneses...

Mirko dijo...

Increible instrumento!! Bueno me imagino que valdrá para todo aquello que quieras calentar, no?

Que grandes son los japos!!

Un saludo

kuki dijo...

Ojalá te lo envíen, sería una crónica-experencial estupenda :)

Seli dijo...

En Manhattan tuvimos varios similares, ¿no los llegaste a probar? Voy a buscarte alguno en el trastero por si el envío no prospera...

Anto dijo...

Yo tenía unas bolsitas de Cruz Roja que tenían un líquido. Cuando doblabas un cable que había dentro se producía una reacción y se solidificaba dando calorcito. Lo que no sé es donde está

[a]

Irina. dijo...

Ja,ja,jja... y yo una bolsa de caucho que se llenaba de agua caliente y te la llevabas a la cama para calentar los pies..

Oli dijo...

Bueno, ¿y qué me decís de los sacos llenos de semillas que se meten al microondas? "Bomba de calor", las llamamos en casa. A ver si algún día patento las zapatillas rellenas de semillas.

Por cierto, me han respondido, y me preguntan si soy proveedor o qué. Creo que no ha colado. Cabrones. Eso sí, me pasan una web donde puedo pillar muestras por mi cuenta. A lo mejor a Anto le mola la web.


OLI I7O

Irina. dijo...

De semillas(no me acordaba).. de arena también, y una piedra que se calentaba al fuego y en mi tierra se llamaba "morrillo" , je,je,jjee xD

Eynar Oxartum dijo...

No me convencen...

¿Y lo de usar guantes y bolsas de agua caliente? Esos por lo menos son reutilizables y apenas producen residuos probablemente tóxicos...

Oli dijo...

¿Y cómo se calienta el agua? Usando energía de gas o electricidad... Al final, ¿qué es más ecológico?

Yo, de todas formas, estoy tirando de manta en el sofá y zapatillas de abuelete.


OLI I7O

Eynar Oxartum dijo...

Disiento (sorry). Es cierto que el agua se puede calentar incluso con gasolina o quemando neumáticos, lo cual no sería nada ecológico. Pero que se pueda calentar agua quemando neumáticos no significa que sea el único método, la energía eléctrica se puede obtener de muchas formas, muchas de ellas compatibles con nuestra permanencia en este planeta.

Pero lo que sí es cierto es que probablemente esos sobrecitos produzcan productos químicos (más cosas aparte del obvio óxido de hierro) que a la larga terminarán en el mar. Mientras sólo los usen cuatro gatos no pasa nada, pero si se pone de moda y mil millones de personas los usan cada día... pues pasaría lo mismo que pasa ahora con la producción de pilas y la acumulación de mercurio en el mar (que ha aumentado bruscamente, y consecuentemente en tejidos de muchos animales, incluyendo el tejido humano, lo cual ha multiplicado en los últimos años las probabilidades de tener infartos en personas consumidoras de pescado).

Por poner un ejemplo.