miércoles, 29 de abril de 2009

La cuchara

Antes de conocer mi último experimento, tenéis que leer este cuento de El Microscopio Naranja.

¿Ya? Bien. Sigo. Total, que me dispuse a hacer real ese cuento, y para ello me llevé una cuchara de metal, que coloqué en un asiento. Frente a ella, yo sentado, tomando notas de cómo reaccionaría la gente.



Los resultados fueron previsibles, a la par que sorprendentes. Resumiendo, nadie se atrevió a tocar la cuchara desde que me subí, en la estación de Bambú (la penúltima de la línea 1). Todo el mundo evitaba el asiento y ocupaba otra plaza con un giro de culo en el último momento.

El primer punto de inflexión vino en Ríos Rosas (tras siete paradas), cuando una mujer movió la cuchara al asiento de al lado.

El segundo punto de inflexión ocurrió en Bilbao (dos paradas después), cuando un yuppie que quería sentarse, vio la cuchara y frenó su cuerpo en seco para quedarse de pie junto a ella.


El tercer punto de inflexión tuvo lugar en Tribunal (la siguiente parada), cuando una chica entró, quiso sentarse, vio la cuchara y se quedó paralizada. Le preguntó a la mujer que en Ríos Rosas movió la cuchara: "¿Es suya?" "No". Y la cogió, la miró alucinada y se sentó. Finalmente, la depositó con cierta culpabilidad en el suelo y miró a su alrededor por si alguno de los pasajeros tenía algo que ver.

5 comentarios:

Iván dijo...

¡Qué experimento tan genial!

Eynar Oxartum dijo...

Oye, ¡¡¡pero qué divertido!!! Voy a hacer yo mismo el experimento, a ver qué pasa, y pondré el resultado en mi blog sobre experimentos.

Aunque tendré que esperar a que pase el puente, ya que estos días no creo que haya mucha escasez de asientos...

Creo que lo que le choca a la gente es ver una cuchara en el metro, se sale de nuestro esquema. Cuchara = cocina/cafetería, almohada = dormitorio, bolígrafo = despacho/oficina/clase, etc. Cuando se trata de otros objetos reaccionan de forma más natural. Por ejemplo recuerdo varias veces situaciones similares con el periódico gratuito de turno en el asiento del metro: la gente lo suele poner en el suelo, a un lado o junto a la ventana (detrás de los asientos), sin más miramientos.

Oli dijo...

Ya me imagino los titulares: "¡La banda de La Cuchara ataca de nuevo!" A ver si lo vamos a poner de moda.

Hazlo, te va a encantar.


OLI I7O

kuki dijo...

:D

Malva da Pao dijo...

jajajaj voy a probar lo mismo, pero en vez del en el metro, en el tren que cojo todos los días, a ver si con un poco de suerte no se me sienta nadie delante!! jajajajaja